0.5. El Árbol del Relámpago
Todo transcurre durante un día completo en Nowh... Newarre, el pueblo donde el legendario Kvothe se oculta con el nombre cambiado y una posada como tapadera. Solo que en esta ocasión vamos a seguir a su aprendiz Bast, que nos mostrará su red de contactos infantil, su picaresca y la forma en la que se deja percibir por los habitantes normales del pueblo.
1. El Nombre del Viento
“Me llamo
Kvothe, que se pronuncia ‘cuouz’. Los nombres son importantes porque dicen
mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece. Los Adem
me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie, puede significar la Llama, el
Trueno o el Árbol Partido. Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era
listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo
sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el
Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he
pagado por ellos. Pero crecí siendo Kvothe.
Una vez mi padre
me dijo que significaba ‘saber’. He robado princesas a reyes agónicos. Incendié
la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y
cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría
todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no
se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a
mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Quizá hayas oído
hablar de mí.”
2. El Temor de un Hombre Sabio
Músico, mendigo,
ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había borrado su
rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ahora que las
tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a regresar.
Pero su historia
prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para revelar la
verdad tras la leyenda.
Todos los
lectores que se dejaron cautivar por la magia de El nombre del viento ansiaban
leer esta novela: El temor de un hombre sabio, el segundo día de la historia de
Kvothe. La espera ha terminado, y ha valido la pena.
Comienza el
segundo día, y Kvothe –héroe y villano de miles de historias que circulan entre
la gente- retoma su narración en el punto donde la dejó al final de El nombre
del viento: en la Universidad. De allí deberá partir en busca del nombre del
viento y de fortuna, en pos de esas historias escondidas en libros polvorientos
o que se relatan junto a una hoguera en el camino o en una taberna, y que cada
vez le acercan más al día en que podrá vengarse de los Chandrian.
Una formidable
narración que vuela a lo más alto de la literatura fantástica para atrapar tanto
a los exigentes aficionados al género como a los lectores que simplemente
busquen perderse en una historia escrita con maestría, que sorprende y
emociona.
2.5. La Música del Silencio
Una historia
protagonizada por Auri, uno de los personajes más queridos y enigmáticos de El
nombre del viento y El temor de un hombre sabio.
La Universidad,
el bastión del conocimiento, atrae a las mentes más brillantes, que acuden para
aprender los misterios de ciencias como la artificería y la alquimia. Sin
embargo, bajo esos edificios y sus concurridas aulas existe un mundo en
penumbra, cuya existencia sólo unos pocos conocen.
En ese laberinto
de túneles antiguos, de salas y habitaciones abandonadas, de escaleras
serpenteantes y pasillos semiderruidos vive Auri. Tiempo atrás fue alumna de la
Universidad. Ahora cuida de la Subrealidad, para ella un lugar acogedor,
maravilloso, en el que podría pasarse la eternidad mirando. Ha aprendido que
hay otros misterios que no conviene remover; es mejor dejarlos en paz y a
salvo. Ya no se deja engañar por la lógica en la que tanto confían en lo alto:
ella sabe reconocer los sutiles peligros y los nombres olvidados que se ocultan
bajo la superficie de las cosas.
La música del silencio es una historia lírica y evocadora que ofrece a los
lectores de El nombre del viento y El temor de un hombre sabio la oportunidad
de ver ese mundo a través de los ojos de Auri, uno de sus personajes favoritos,
y de descubrir cosas que hasta ahora solo ella sabía.