Hija
ilegítima de Eduardo IV, Roseanna estaba comprometida con Ravenspur, el más
laureado de sus guerreros. Era moreno, fuerte y autoritario, y en la cama,
donde la obligo a cumplir con sus votos matrimoniales, la joven aprendió a
desear sus caricias. La cautivadora belleza de Roseanna inflamaba el deseo de
Ravenspur, que se debatía entre el amor que sentía por ella y su fidelidad al
rey, al que debía proteger de una peligrosa conspiración.
Me encantó, gracias por subirlo! Abrasos!!!
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